Estas son las respuestas a algunas de las preguntas más frecuentemente abordadas en consulta con nuestros pacientes.
Para conocer información más detallada y específica a su condición particular, le invitamos a programar una cita con el Dr. González.
La Urología es la especialidad médica que se encarga de la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades del riñón, del aparato urinario y retro-peritoneo que afectan a ambos sexos, así como las enfermedades del aparato genital masculino, sin diferencia de edad.
La Urología Oncológica es la especialidad médica que estudia los tumores benignos y malignos, pero con especial atención a los malignos (cáncer) centrada en el aparato reproductor de ambos sexos.
Las revisiones médicas son un medio totalmente eficaz para prevenir y diagnosticar de manera precoz enfermedades.
A partir de los 40 o 45 años, tanto hombres como mujeres deberían acudir de manera periódica a realizarse un análisis y chequeo médico al urólogo, ya que es a partir de estas edades cuando empiezan a surgir enfermedades urológicas.
La litiasis renal (o piedras en los riñones) es una enfermedad crónica caracterizada por la formación de cálculos en el aparato urinario.
Las formas de presentación clínica de la litiasis renal son variables dependiendo del tamaño, localización y composición de los cálculos en el aparato urinario. Algunos pueden ser poco sintomáticos.
Los síntomas más habituales son:
– Dolor
– Sangre en la orina (hematuria)
– Infecciones de orina
La hiperplasia prostática benigna (HPB) es el agrandamiento de la próstata, una condición común entre los hombres de más de 45 años de edad. El grado de agrandamiento de la próstata varía de hombre a hombre a medida que envejecen, y podría constreñir la uretra y causar dificultad para orinar. Si se la deja sin tratar, la HPB podría derivar en infecciones del tracto urinario, daño en la vejiga o en los riñones, o incontinencia.
Para confirmar el diagnóstico se podrían utilizar pruebas tales como: estudio del flujo urinario, examen rectal digital o ultrasonido.
El tratamiento de la HPB podría depender de la gravedad de los síntomas y variar desde no hacer ningún tratamiento hasta el uso de medicamentos o cirugía.
Las infecciones urinarias son infecciones comunes que ocurren cuando entran bacterias a la uretra, generalmente de la piel o el recto, e infectan las vías urinarias. Las infecciones urinarias son más comunes en las mujeres porque la uretra de las mujeres es más corta y está más cerca del recto.
Pueden afectar a distintas partes de las vías urinarias, pero la infección de vejiga (cistitis) es el tipo más común. Los síntomas pueden incluir:
– Dolor o ardor al orinar.
– Orinar con frecuencia.
– Sentir la necesidad de orinar a pesar de que la vejiga esté vacía.
– Sangre en la orina.
– Presión o retorcijones en la ingle o la parte inferior del abdomen.
La infección de los riñones (pielonefritis) es otro tipo de infección urinaria. Es menos común que la infección de vejiga, pero más grave. Los síntomas pueden incluir:
– Fiebre.
– Escalofríos.
– Dolor en la parte baja de la espalda o en el costado.
– Náuseas o vómitos.
La incontinencia urinaria es la pérdida del control de la vejiga o la incapacidad de controlar la micción (orinar). Es una afección común. Puede variar desde un problema menor hasta algo que afecta en gran medida su vida diaria. En cualquier caso, puede mejorar con un tratamiento adecuado.
Los pacientes con mayor riesgo de presentar incontinencia urinaria incluyen:
– Mujeres después de pasar por un embarazo, un parto o la menopausia
– Adultos mayores
– Hombres con problemas de próstata
Dependiendo del tipo de incontinencia, el tratamiento puede variar desde ejercicios de fortalecimiento de vejiga, hasta uso de medicamentos, dispositivos médicos y cirugía.
Los síntomas de la disfunción eréctil (DE) incluyen:
– Poder tener una erección en ocasiones, pero no cada vez que desea tener relaciones sexuales
– Poder tener una erección, pero no por el tiempo necesario para poder tener relaciones sexuales
– No poder tener una erección en ningún momento
La DE a menudo es un síntoma de otro problema de salud o de un factor relacionado con la salud. Muchos factores que afectan su sistema vascular, sistema nervioso y sistema endocrino pueden contribuir o causar la DE.
Aunque usted tiene más probabilidad de tener DE a medida que envejece, la vejez no causa DE. La DE puede tratarse a cualquier edad.